Mariano Moreno: uno de los artífices de la Revolución de Mayo Por José Narosky

 

 

 

“Los grandes hombres poseen defectos comunes, pero virtudes diferentes”.

Se han cumplido en estos días, 240 años del nacimiento de un abogado, que jugó un papel decisivo en nuestro surgimiento como país soberano: Mariano Moreno.

Es bien conocida su participación como secretario, con Juan José Paso, de la Primera Junta de Gobierno surgida el 25 de mayo de 1810.

Todavía adolescente tenía pasión por lo justo. Sentía, que un solo brote de justicia justificaba arar un desierto.

Moreno nació en Buenos Aires, un 23 de setiembre 1778. En un hogar con 14 hijos, su madre lo apoyaba en su proyecto de estudiar Derecho. Pero en Buenos Aires no había Universidad y debía viajar para ello a Chuquisaca, Bolivia por entonces, denominada Alto Perú. Fueron 3 meses de viaje. Se doctoró en Teología y luego en Derecho.

Transcurrieron, sin regresar a su hogar, 5 largos años. Se había casado, tenía un hijo y volvió a Buenos Aires.

En 1806, asistió y participó también en el rechazo militar de la Primera Invasión Inglesa y luego contra la Segunda.

Esta guerra injusta, –porque la ley del más fuerte siempre es la negación de la ley- lo conmocionó y le hizo pensar que, derrotado el invasor inglés, había otro invasor más sutil: el gobierno español de Fernando VII.

Era sabido que en España no gobernaba ya el Rey, sino los franceses con Napoleón, los que tomaron el poder.

Deseo destacar especialmente el perfil humano de esa llama encendida que fue Mariano Moreno y que no pudo apagarse ni con su muerte.

Sabemos que después de los sucesos del 25 de mayo de 1810, se hizo dueña del poder político la Junta Patriótica, la Primera Junta. Pero muy pronto comenzó a resquebrajarse por temores, por intereses creados, incluso por rencores personales.

Moreno, asumió la conducción de la Juntade Mayo, casi sólo prácticamente.

Decidió enviar rápidamente expediciones a Córdoba y al Paraguay –al mando de Belgrano-, porque intuyó que en esos lugares habría resistencias. Porque muchos miran sin ver. Pero pocos como el, sabían ver sin mirar.

En junio de 1810 aparece el diario “La Gaceta de Buenos Aires”, el primer diario libre de los criollos.

Nueve años antes, en 1801 se imprimía por primera vez en Buenos Aires un diario que se llamó “El Telégrafo Mercantil; manejado por españoles.

En “La Gaceta”, Moreno escribió durante seis meses, dejando para la posteridad casi cincuenta artículos, que son la historia viva de nuestra Revolución Patria.

Y desde esas páginas, enseñó, educó, serenó, sembró.

Pero los que vuelan siempre molestan con sus alas, a los que no pueden volar.

Él tenía en la Junta el apoyo de Belgrano, de Paso, de Castelli. Pero no le alcanzó para una lucha tan titánica.

Renunció a la Primera Junta. Y casi simultáneamente, le encomendaron una curiosa y difusa misión diplomática en Europa. Viajaría en barco.

Partió en enero de 1811. A los 35 días de navegación moría repentinamente Mariano Moreno. Tenía sólo 32 años.

Sus restos fueron arrojados al mar, envueltos en la bandera argentina. Pero Moreno no sólo está en el mar.

Su nombre, su recuerdo y su acción, permanecen en el corazón de todos los argentinos que creen en el triunfo final de la justicia en la humanidad.

Su sentido ético y su respeto por todas las ideas, inspiró en mi este aforismo:

“No importa nuestra razón. Importa la razón”.

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