Tras una baja inflación en octubre, las consultoras esperan una reactivación por la baja de tasas: la duda es el precio del dólar

La pregunta que dejó el cierre del viernes es si mejoró el humor de los inversores o fueron compras de oportunidad tras las bajas. Los analistas se inclinan por la primera opción.

La baja de la tasa de interés de referencia provocó el viernes una leve suba del dólar y una oportuna reacción de los bonos soberanos, cuando el riesgo país amagaba atravesar el techo psicológico de los 1.000 puntos básicos. La baja de las tasas tuvo un costo bajo porque compensó la leve suba del dólar con una fuerte alza de los bonos CER, que estaban muy atrasados y su sobretasa era elevada.

Fue una semana cambiante donde desde la euforia se pasó a la duda.

Cuando faltan 8 días para que se conozca la inflación de octubre, la consultora Equilibra estima que será de 3% aunque el REM, la encuesta del Banco Central entre las principales consultoras, la ubique en 3,4 por ciento. FMyA calculó que el mes cerró con una menor inflación con Regulados al 2,4% por baja de combustibles (-1%), subas leves de luz y gas y que sólo las prepagas tuvieron aumentos en rangos del 5 al 6 por ciento.

“Con una inflación núcleo en 3% y Alimentos en torno al 2,5%, esperamos que la inflación general baje a 2,9% desde 3,5% de septiembre”, señaló la consultora de Fernando Marull, que proyecta que en el último bimestre la inflación siga al 2,8%, “con regulados repuntando un poco, pero núcleo bajando del 3%, y cierre 2024 en 119%. Para 2025, el escenario base pasa a ser una salida del CEPO post elección 2025 y una inflación de 30% anual. Vemos altas chances de que la inflación sea 2.5% mensual en el primer trimestre de 2025 cuando se baje el Impuesto PAIS a 0% en enero”.

EconViews señala por su parte que el Gobierno está “en una racha ganadora tanto en lo que hace al riesgo país, a la brecha cambiaria y a la inflación”. No hay duda, subraya, de que el plan “ha ganado credibilidad con el correr del tiempo y de que la inflación ha venido bajando más rápido de lo que muchos esperábamos. Dado este contexto, en alguna medida era esperable que el Banco Central mantenga lo que hasta ahora es una estrategia ganadora. Es decir, que ante la baja de la inflación que se espera para octubre (para muchos puede estar por debajo del 3%) insistiera con otra baja de tasas de interés. Eso es lo que finalmente pasó con el anuncio de un recorte de cinco puntos porcentuales al 35% nominal anual”.

Según la consultora “el Gobierno no utiliza la tasa de interés para bajar la inflación, sino que el Banco Central la usa para seguir licuando los pasivos del Tesoro (como antes con los del Banco Central). Lo que se busca es bajar los pagos de intereses de la deuda de corto plazo (inicialmente las LELIQ y los Pases y ahora las LEFI y las LECAP, que son deuda del Tesoro). De ahí surge la pregunta de que, si la tasa de interés no es el instrumento para bajar la inflación, cuál es la variable que lo está logrando. En nuestra opinión la estrategia de desinflación en la actualidad está basada en el equilibrio fiscal como base del programa, que ha sido fundamental para darle credibilidad. También en el tipo de cambio oficial, que en gran medida indica la meta que se quiere lograr y, por lo tanto, en la práctica es el ancla nominal para afectar las expectativas inflacionarias. El éxito ha sido importante, pero se ha logrado a un costo importante en términos de nivel de actividad y de nivel de ingreso de la gente”.

En tanto, completa, “la baja de la tasa de interés debería ayudar a una reactivación de la economía, especialmente en la demanda de electrodomésticos, automotores y otros bienes durables en los que la aparición del crédito a tasas más atractivas y las cuotas juegan un papel importante. Este aumento del crédito ayuda a bajar la deuda de corto plazo que tiene el Tesoro (hoy LEFI y LECAP) porque los bancos se la venden al Banco Central para hacerse de pesos y poder aumentar los préstamos”.

La consultora F2 de Andrés Reschini indicó: “en las puertas de la elección presidencial entre Harris y Trump, la semana terminó con rendimientos de bonos del Tesoro de Estados Unidos en alza, lo que vuelve a golpear a los bonos de emergentes y a fortalecer a la divisa estadounidense en el mundo”. Sobre los bonos soberanos destacó que lograron sortear la presión de las tasas americanas y operaron con alzas tras conocerse la decisión de recorte de tasas de BCRA de 40% a 35% para la tasa de Política Monetaria. “De esta manera, Economía alivianará la carga de intereses de LEFI y la actividad se verá favorecida. Así y todo, las tasas quedaron levemente positivas contra las expectativas de inflación de los próximos meses, de modo que será clave que estas se cumplan, como mínimo, para no generar tensiones en la brecha cambiaria. La inversión en la curva pesos daba cuentas que, de algún modo, el mercado descontaba este recorte”, explicó F2.

“La presión de menores tasas, los futuros operaron a la baja y la curva de tasas implícitas vuelve a acercarse a los mínimos. La curva pesos volvió a correrse hacia abajo y queda más aplanada con rendimientos que no se alejan demasiado del 3% mensual. La brecha no logró perforar con fuerza el 17% pero es cierto que el dólar se fortaleció en el mundo y el recorte de tasas pudo haber despertado algo de la demanda de divisas, pero a priori, no parece que tengamos condiciones como para un recalentamiento de la brecha, al menos desde los fundamentos locales”, explicó en un informe.

Para la consultora 1816 “la pregunta del mercado era cómo se pagarían los vencimientos en dólares de 2025. El éxito del blanqueo trajo la respuesta, por el potencial que significa para el crédito en moneda extranjera. Ahí es donde empieza el círculo virtuoso: bajaron las dudas sobre la capacidad de pago de los bonos soberanos en 2025 y eso naturalmente impulsó las cotizaciones (riesgo país de 950 puntos básicos). Por las mejores perspectivas para la balanza de pagos también se redujo la brecha, en consecuencia, las expectativas de devaluación e inflación y, por ende, las expectativas de que continúe la recuperación de salarios reales y se consolide el apoyo social a Milei”.

¿Entonces todo sale bien? Es imposible anticiparlo, pero por ahora “todo marcha acorde al plan” del equipo económico. “Hay cosas a seguir monitoreando (los préstamos por consumos en dólares, con tarjeta tocaron un nuevo máximo desde 2018 estos días, anticipando que el déficit de cuenta corriente, que ya acumula 4 meses seguidos, podría extenderse y es un flujo que hay que tener en cuenta para el próximo semestre, en cambio podemos dar por hecho de que las crecientes exportaciones de energía harán que la economía soporte sin grandes problemas la mayor salida de divisas por importaciones de bienes y servicios”, notó 1816.

Según1816, la elección del martes será “uno de los eventos más relevantes de esta década a nivel mundial. Limitándonos a una perspectiva exclusivamente local, nos cuesta pensar que el triunfo de uno u otro candidato pueda tener un efecto adverso sobre la dinámica de los mercados financieros locales. Más allá de su afinidad personal con Trump, Milei ya mostró que tiene el pragmatismo suficiente como para poder trabajar con una nueva administración más allá del color político, si incluso pudo entablar un diálogo constructivo con China para resolver el vencimiento del swap. Aunque es cierto que una eventual administración republicana podría influir en el FMI a favor de Argentina (como ya sucedió en 2018), aunque la reciente mejora de los fundamentos de la balanza de pagos hace que el 2025 cierre incluso sin flujo del Fondo”.

Por su parte, J.P. Morgan, el mayor banco de Estados Unidos estimó que las reservas netas de divisas del BCRA están -USD 6.700 millones al 23 de octubre disminuyendo aún más desde USD 6.200 millones de fines de septiembre, pero mostrando una mejora sobre -USD 11.200 millones de noviembre de 2023. El banco es optimista y espera que las reservas líquidas continúen recuperándose en el futuro “gracias a los nuevos aumentos en la reserva de depósitos en dólares por el blanqueo. Los depósitos han aumentado en USD 12.400 millones desde mediados de agosto, pero esto solo se tradujo en un aumento de USD 3.000 millones en las reservas requeridas ya que una parte significativa todavía se mantiene como efectivo en las entidades financieras. Por lo tanto, esperamos un nuevo aumento de las reservas para depósitos en dólares”.

En suma, el panorama se ve más optimista.

El efecto de la baja de tasas se sentirá a pleno desde hoy. Los inversores no dejarán el “carry trade” (apostar a los pesos para luego tomar ganancias en dólares), pero habrá que ver cómo cierran los dólares financieros y la evolución de los activos de riesgos (bonos soberanos y acciones).

La pregunta es si el viernes mejoró el humor de los inversores o fueron compras de oportunidad tras las bajas. Las consultoras se inclinan por la primera opción.

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