EN EL SENADO, EL KIRCHNERISMO SACA MUSCULO SINDICAL

En la primera puesta en escena del tratamiento del proyecto de ley para crear un fondo de cancelación de la deuda con el Fondo Monetario Internacional (FMI) con recursos fugados al exterior, el kirchnerismo sumó músculo de las organizaciones afines del movimiento obrero organizado y empieza a inclinar la cancha a su favor en el debate.
La convocatoria a los referentes sindicales del moyanismo (CGT), de la Corriente Federal de Trabajadores, de la CTA de los Trabajadores y de la CTA Autónoma fue por la mañana, aunque la onda expansiva del acompañamiento al proyecto irradió hacia la tarde, cuando un grupo de intelectuales del campo de la economía política dieron sus argumentos en un plenario de las comisiones de Legislación General y Presupuesto. .
En una reunión con los senadores del Frente de Todos, el camionero Pablo Moyano (por la CGT), el docente Hugo Yasky (CTA-de los Trabajadores), el estatal Hugo “Cachorro” Godoy (CTA- Autónoma), el gráfico Héctor Amichetti (Corriente Sindical), y el canillita Omar Plaini (Frente Sindical) pasaron a dejar su apoyo.
Contrastó este gesto con el mutismo en el que se refugia el sector de los “Gordos”, que brilló por su ausencia. Las diferencias ya habían quedado al desnudo por la falta de respaldo de Héctor Daer y Carlos Acuña a la iniciativa del “sindicalismo K” para que el impuesto a las grandes fortunas vuelva a aplicarse este año y todas las veces que sean necesarias hasta la cancelación total de la deuda con el FMI.
Por si quedaban dudas, el propio Pablo Moyano se encargó de poner blanco sobre negro acerca de las diferencias, con una indirecta clara: “Acá somos los mismos que peleamos los cuatro años de macrismo”.
“Desde la CGT vamos a apoyar este proyecto. Lo vamos a militar en la calle cuando sea necesario. El apoyo de la CGT es total”, aseguró el hijo mayor de Hugo Moyano.
Amichetti afirmó que quienes se oponen a este proyecto son unos “caraduras” y arremetió en contra de “esa ambición y esa codicia de multiplicar la ganancia” por parte de los evasores con bienes no declarados en el exterior.
Plaini, en tanto, sostuvo: “Vamos a luchar para que la peguen los que la fugaron y aquellos que tienen fortuna y no la pague más el pueblo argentino”.
Por su parte, Godoy dijo que le parece “muy bien que el proyecto no sea un blanqueo, sino un conjunto de acciones del Estado para que se pueda avanzar sobre guaridas fiscales, sobre la fuga de capitales”.
Había sido el senador Oscar Parrilli quien un rato antes había aclarado que esta iniciativa no consistía en ningún blanqueo ya que se trata de una obligación para los evasores.
“Esto no es un blanqueo, esto no es voluntario, esto es persecutorio, es intimidatorio, si se quiere, porque estamos yendo sobre los fugadores”, explicó el principal autor de la iniciativa, que es impulsada por Cristina Kirchner.
Fue la vicepresidenta quien -en el actual contexto de parálisis en el oficialismo por la feroz interna- movió sus fichas y logró encausar las energías de los legisladores en pos de un mismo objetivo: que “la deuda la paguen los que la fugaron”, tal es el eslogan tribunero que difunden en su entorno.
Acaso la titular del Senado olvidó que durante el debate anterior algunos de los legisladores que le responden habían abonado la idea de que las estafas no se pagan, pero lo cierto es que con la sanción del proyecto de refinanciación de la deuda consumado de manera irreversible, había que mirar hacia adelante y visualizar una salida pragmática. La Dama movió y generó impacto.
Por la tarde, con la oposición jugando claramente de visitante por las características de los invitados, afines al oficialismo, Juntos por el Cambio (a través del senador salteño Juan Carlos Romero) pidió que para futuras citaciones de comisión, se convoque al ministro de Economía y Finanzas, Martín Guzmán, al presidente del Banco Central, Miguel Ángel Pesce, y a la administradora de la AFIP, Mercedes Marcó del Pont. También propusieron el nombre del abogado constitucionalista Daniel Sabsay, cuyas posiciones política suelen coincidir con la de la oposición.
Este miércoles expusieron en el plenario de comisiones académicas como los directores del Banco Nación Guillermo Wierzba y Julia Strada, los académicos Horacio Rovelli , Ricardo Aronskind; y la doctora en Economía Noemi Brenta.
“Prevemos que los aportes que se realicen no sean de los dólares que se generan en la Argentina años tras año y que permiten superávits comerciales, sino que para pagar esa deuda vuelvan los dólares que se fugaron desde el 2016 al 2019 86.000 millones de dólares”, precisó Parrilli al exponer durante la tarde. .
El radical riojano Julio Martínez salió al cruce del neuquino: “No me banco más (que se diga) que unos son los pagadores y otros son los deudores. En dos años ya ha endeudado más al país que los cuatro años del Gobierno anterior”, protestó.

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